lunes, 27 de abril de 2020

LIMITACIÓN CONCEPTUAL DEL TURISMO DE SALUD Y BIENESTAR: DIFERENCIACIÓN DEL TURISMO DE SALUD.

La Organización Mundial de la Salud define la salud como un completo estado de bienestar físico, mental y social, y no solamente una ausencia de afecciones o enfermedades. 

Sin embargo, desde 1948 la OMS ha ampliado su definición que incluyen el bienestar de carácter espiritual y un estilo de vida acorde a las costumbres en la cual existe una ausencia de riesgo de carácter integral. 

De ahí que la definición de salud se convierte en el grado que un individuo o grupo es capaz es hacer realidad sus aspiraciones, satisfacer sus necesidades y de cambiar o adaptarse al medio ambiente.

La salud es un recurso de la vida diaria tratándose de un concepto positivo que destaca los recursos sociales y personales, así como las capacidades físicas (OPS, 2013). 

Esta definición comienza a desarrollar conceptualmente el concepto de bienestar como un estado que no se limita a la salud netamente física. 

Así, El Turismo de Salud y Bienestar se encuentra dentro del subsector del turismo de salud según el Programa de Transformación Productiva (2015) el cual cuenta con dos subdivisiones. 

El primero es el “Lúdico-creativo” bajo la premisa de ajustar o reestructurar estilos de vida a través de viajes voluntarios con el deseo de desarrollar actividades por fuera de la rutina del agente receptor. 

Los tratamientos más destacados son sauna, jacuzzi, piscina de color, masajes, fitness/deportes, termalismo/talasoterapia, entre otros. 

La segunda subdivisión es turismo de bienestar de carácter holístico o viajes para sentirse bien con el cuerpo, mente o espíritu cuyos tratamientos característicos son HipNeuro Reprogramación Mental, mindfulness, masaje shiatsu, yoga, meditación, Tai chi, Qi gong, tradiciones indígenas, retiros espirituales, entre otros (Programa de Transformación Productiva, 2015). 

El siguiente mapa muestra la ubicación del Turismo de Salud y Bienestar como rama de la industria del turismo de salud. 

El potencial de crecimiento de turismo de bienestar es mucho más amplio que el turismo médico y de salud en su concepto tradicional debido a la variedad de actividades y procedimientos que no se limita a la búsqueda única de mejora de la salud física, sino también a actividades lúdico-recreativas, de “wellness” y holísticas. 

Según la firma McKinsey (2009) una de las mayores diferencias entre el turismo de salud y El Turismo de Salud y Bienestar (a pesar que el de bienestar se encuentra dentro del concepto general del turismo de salud) es que el primero tiene un enfoque convencional orientados al concepto curativo y preventivo de la medicina tradicional el cual resalta la salud netamente física, mientras que el Turismo de Salud y Bienestar resalta el enfoque integral (mente, cuerpo, espíritu) en sus procedimientos característicos que busca mejorar la calidad de vida en un sentido más amplio. 

El paradigma del concepto incluye tratamientos de amplia demanda global como procedimiento no invasivos en spas con un mercado de US$460 millones en 2010, alimentación, nutrición sana y pérdida de peso por US$4276,5 millones en el mismo año, tratamientos de medicina preventiva no tradicional (es decir sin utilización de medicamentos con compuestos químicos) de US$243 millones, tratamientos para mantener el bienestar ocupacional por US$30,7 millones, elementos fitness y cuidado de mente-cuerpo por US$390,1 millones y procedimientos de belleza y antiedad por US$679,1 millones. 

Así, las causas de desarrollo del mercado de bienestar se deben a múltiples factores. 

De la Puente (2015) resalta el envejecimiento de la población mundial y su afán por mantenerse activos (principalmente generaciones nacidas después de 1970), progresión de enfermedades como estrés, insomnio, dolores musculares como resultado de largos periodos de tiempo en lugares de trabajo sin actividad física, la obesidad como epidemia, el crecimiento interés por lograr estilos de vida saludables propagados por redes sociales, mayor interés por medicina complementaria y alternativa como opción para la no intervención de medicina tradicional invasiva, y cambios de un sistema de “cuidados de enfermos” a un enfoque integral que logre un equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu sano. 

Según la firma Tourism and Leusure Export (2014) la tendencia en la oferta de tratamientos e intervenciones médicas se enfocaría al desarrollo de productos de turismo de bienestar enfocada más a la prevención que al tratamiento perdiendo protagonismo la medicina curativa debido a los menores costos que representa para las firmas aseguradoras, y los oferentes de servicios médicos y los gobiernos la prevención de enfermedades que el tratamiento para curarlas. 

Así, la salud bajo el nuevo paradigma de la medicina de bienestar tiende a la prevención siendo el concepto no tradicional de “bienestar” un medio clave para la propagación de concepto no ortodoxo de medicina. 

Según Dritsakis (2012) los productos diferenciadores del Turismo de Salud y Bienestar que diferencian este segmento de los demás de estudio son la talasoterapia o uso de aguas de mar y diferentes elementos del medio marino como lodo, alga, arena para prevenir y curar enfermedades que requiere instalaciones sanitarias al borde del mar. 

San Pedro y Nieto (2008) definen el origen y las características de la talasoterapia como el principio en que se basa la talasoterapia es la exposición repetida al aire de mar y la inmersión en agua de mar cálida, barro, arcilla y algas ricas en proteínas que ayuda a restaurar el equilibrio químico del cuerpo. 

El agua de mar y el plasma humano son muy similares. 

Sumergido en agua de mar cálida el cuerpo absorbe los minerales que necesita a través de la piel. 

La talasoterapia puede considerarse terapia de medicina alternativa. 

Dentro de los principales tratamientos de talasoterapia se destacan cuidados mediante agua de mar, envolvimientos, cuidados en piscina y los masajes modelajes (se destaca el drenaje linfático). 

En cuanto al termalismo, la Organización de Balnearios de América del Norte (2015) lo define como uso de aguas termales, lodo y barros para tratamientos preventivos y curativos con ingestión de aguas de manantial donde el eje central es el balneario. 

Para la Asociación Nacional de Balnearios de España (2013) un balneario o estación termal es aquella estación que dispone de aguas minero-medicinales declaradas de utilidad pública, servicio médico e instalaciones para llevar a cabo los tratamientos que se prescriban. 

El termalismo es si es un fenómeno de alta complejidad ya que las aguas minero-medicinales pueden actuar de forma preventiva como tratamiento y recuperación funcional y/o rehabilitación que según el Programa de Transformación Productiva (2015) dan respuesta a distintas patologías como reumatología, problemas respiratorios, problemas en el aparato urinario, problemas en el aparato digestivo, flebologia, dermatología, problemas cardio-arteriales y problemas de crecimiento. 

Desde hace veinte años las estaciones de termales han variado su modelo de negocio buscando nuevos tipos de tratamientos enfocados a la relajación y a los masajes buscando combinar actividades de ocio, recreación y prevención debido a la cultura del mono-producto el cual asocia el termalismo con la utilización de dichas instalaciones por parte de adultos mayores disminuyendo el uso por parte de jóvenes adultos. 


Finalmente, el tercer producto clave que diferencia el Turismo de Salud y Bienestar del turismo medico tradicional son los spas o centros de bienestar donde la firma Tourism and Leisure Export (2013) define como un lugar dedicado a la relajación, el bienestar pro medio de profesionales que promueven la relajación del cuerpo, mente y espíritu en un entorno ambientado que exalta la relajación del individuo. 

El International Spa Association (2014) define un spa como un lugar dedicado al bienestar general a través de una variedad de servicios profesionales por medio de métodos no tradicionales de relajación que no incluyen procedimientos invasivos ni tratamientos con medicamentos con compuestos químicos. 

Así, el turismo de spa es aquel que se enfoca en la relajación o curación del cuerpo usando tratamientos secos (masajes, Shiatsu, Reiki) o húmedos (tratamientos de balneoterapia).

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